lunes, 11 de abril de 2011
Sube y baja.
La vida es tal cual el "Sube y Baja". Sí, ese juego que amábamos de chicos se traslada a nuestras vidas complicándolas, como TODO. Estás arriba, y te sentís genial, contenida, sin nada que te pueda bajar. Pero cómo llegaste ahi? Exacto; alguien te sostiene de abajo. Y si esa persona se cansa? No va a estar todo el día sentada ahí solamente por VOS. Porque vos no te querés bajar. No, en algun momento va a decir: Me cansé, conseguí a otro que te mantenga arriba. Entonces se va, y vos caés de golpe al piso. Te duele, te puede lastimar. La herida te puede llegar a durar mucho, poco tiempo... No sabés. Pero pensás y te das cuenta que hay dos posibilidades, dos rumbos: Puede venir alguien que se suba al juego y te siga soteniendo en lo alto, donde te encantaba estar; o podés acostumbrarte a vivir abajo. Sola.
Y eso es sinónimo de rendirse.
Rendirse. Lo último en considerar, pero lo primero en aliviarte.
Para algunos es una escapatoria. Para otros una vergüenza.
Para algunos va en contra de su orgullo, reputación. Para otros es hacer lo correcto, es querer lo mejor.
Pero cada uno decide el rumbo de su propia vida. Cada quién sabe si quiere quedarse abajo o arriba, y cada uno sabe cómo conseguir alguien que se suba al mismo juego. Porque termina siendo solo un juego de dos. Si entra uno, alguien se va. Si alguien se va tiene que entrar otro. Nunca más de dos, pero sí a veces MENOS. Y hay que saber mantenerse en lo alto, hay que entender como cuidar a esa persona que no piense jamás en dejarte caer. En dejarte sola en la tierra, lastimada, golpeada. Que cuando eso pase esté dispuesta a levantarte, ir al otro lado y volverte a subir.
Y sin que se lo pidas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
lunes, 11 de abril de 2011
Sube y baja.
La vida es tal cual el "Sube y Baja". Sí, ese juego que amábamos de chicos se traslada a nuestras vidas complicándolas, como TODO. Estás arriba, y te sentís genial, contenida, sin nada que te pueda bajar. Pero cómo llegaste ahi? Exacto; alguien te sostiene de abajo. Y si esa persona se cansa? No va a estar todo el día sentada ahí solamente por VOS. Porque vos no te querés bajar. No, en algun momento va a decir: Me cansé, conseguí a otro que te mantenga arriba. Entonces se va, y vos caés de golpe al piso. Te duele, te puede lastimar. La herida te puede llegar a durar mucho, poco tiempo... No sabés. Pero pensás y te das cuenta que hay dos posibilidades, dos rumbos: Puede venir alguien que se suba al juego y te siga soteniendo en lo alto, donde te encantaba estar; o podés acostumbrarte a vivir abajo. Sola.
Y eso es sinónimo de rendirse.
Rendirse. Lo último en considerar, pero lo primero en aliviarte.
Para algunos es una escapatoria. Para otros una vergüenza.
Para algunos va en contra de su orgullo, reputación. Para otros es hacer lo correcto, es querer lo mejor.
Pero cada uno decide el rumbo de su propia vida. Cada quién sabe si quiere quedarse abajo o arriba, y cada uno sabe cómo conseguir alguien que se suba al mismo juego. Porque termina siendo solo un juego de dos. Si entra uno, alguien se va. Si alguien se va tiene que entrar otro. Nunca más de dos, pero sí a veces MENOS. Y hay que saber mantenerse en lo alto, hay que entender como cuidar a esa persona que no piense jamás en dejarte caer. En dejarte sola en la tierra, lastimada, golpeada. Que cuando eso pase esté dispuesta a levantarte, ir al otro lado y volverte a subir.
Y sin que se lo pidas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario